jueves, 19 de enero de 2012

Imperialismo y colonialismo

La absurda posición tomada por los referentes ingleses sobre la postura argentina en cuanto a Malvinas deja ver la indisposición del Primer Ministro inglés David Cameron a tratar el tema en particular.
La situación se puso más compleja desde el momento en que el exabrupto largado por el propio Primer Ministro (lo pongo con mayúsculas para que después no me critiquen la indiferencia) acusando a la Argentina de colonialista.

“Lo que los argentinos han estado diciendo recientemente es mucho más colonialismo, porque esta gente quiere seguir siendo británica y los argentinos quieren que ellos hagan otra cosa”. Lo dicho no es más que una nueva manifestación de la soberbia expresada que deja mal parado a Cameron en el escenario mundial.

Inmediatamente de haberse conocido, la comunidad latinoamericana salió al cruce de estos dichos apoyando firmemente la gestión de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El primero en recoger el guante fue el propio canciller argentino Héctor Timerman de gira por El Salvador. El propio titular de la cartera internacional manifestó: "Llama la atención que Gran Bretaña hable de colonialismo cuando es un país sinónimo de colonialismo. Llama la atención también que Gran Bretaña acuse a un país como la Argentina, que es víctima de una situación colonial como lo han expresado las Naciones Unidas al definir a Malvinas como una cuestión de soberanía y colonialismo”.

En esta misma sintonía el Vicepresidente en ejercicio, Amado Boudou, le contestó como máxima autoridad Argentina en este momento,  “Realmente es muy triste tener que escuchar esta falacia, este exabrupto, porque como mínimo es una falacia histórica lo que Cameron ha dicho respecto del colonialismo” “Es un exabrupto que llama mucho la atención y que está afuera de cualquier análisis razonable. Todo el mundo sabe lo que ha significado Gran Bretaña respecto del colonialismo durante siglos y todavía hay en todos los continentes señales de sus consecuencias y de lo que significó como sistema de producción extractivo y el no cuidado de las poblaciones” para concluir con el golpe más duro lanzado: “la Argentina nació en su pelea contra el colonialismo”.

La lista de devoluciones siguió por todo el continente. El canciller de la República Federativa del Brasil, Antonio Patriota, se pronunció después de reunirse con su par británico, William Hague expresando: “El ministro (Héctor Timerman) sabe el apoyo a la soberanía de Argentina sobre las islas Malvinas y que apoyamos las resoluciones de la ONU a fin de que los dos países puedan discutir la cuestión”, recordando también que “las decisiones de la Unasur y el Mercosur son públicas”.  Luis Almagro, canciller uruguayo, aplicó el concepto legal  “de valores y principios que está sustentada con mucha firmeza jurídica”. El diputado Rodrigo Cabezas, presidente del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), difundió un documento para manifestar el respaldo “a las posiciones asumidas por Venezuela en foros y organizaciones internacionales hemisféricas y regionales, que exhortan a la Argentina y al Reino Unido a reanudar las negociaciones”. Hugo Martínez, diplomático salvadoreño,  le manifestó en persona a su par Héctor Timerman “el firme respaldo de su país a los legítimos derechos argentinos en la disputa de soberanía”. El canciller de Honduras, Arturo Corrales, y los ex presidentes panameños Arístides Royo y Martín Torrijos también se manifestaron en favor del reclamo argentino.

 Después de todo esto, y con el apoyo latinoamericano, el ridículo que protagonizó David Cameron ante la comunidad internacional deja en claro que las intenciones colonialistas persisten.

Por: Julio Elizaga para Info Web Lanús